Por mucho que sepamos que el resultado final nos dará mucha felicidad, enfrentarnos a una remodelación del hogar nos dará dolores de cabeza. Entre el ‘antes’ y el ‘después’ de una obra tiene lugar la fase más importante de todo proyecto: el ‘durante’. Esa que a los profesionales gusta mucho y suelen mostrar en sus redes sociales, ya que es el proceso en el que se va plasmando cómo se materializan todas sus ideas, pero también es la etapa más dura y complicada de asumir para el cliente propietario porque de esta fase se suele tener poca información se habla más bien poco. Es por ello que ahora te invitamos a leer esta artículo para que sepas todo aquello que conlleva este proceso y te compartimos cuatro recomendaciones para vivirla sin sorpresas y con la tranquilidad necesaria.



1) No pises la casa durante esta fase

La fase del ‘durante’ es un poco estresante porque hay que tener todo calculado al milímetro, ejecutando con mimo y precisión todo lo que se ha diseñado y proyectado pero, a la vez, es de las fases que más disfruto. Me encanta ver cómo se materializan todas las ideas. Una aparente contradicción fácil de asumir para un profesional del sector con muchos proyectos a su espalda, pero más complicada para el cliente propietario. De hecho, expertos aconsejan que no pisen la obra durante esta fase.



2) Va a requerir más tiempo del que te han dicho

Una obra de remodelación puede conllevar un tiempo aproximado entre cuatro y seis meses pero, en el estudio, donde cuidan hasta el mínimo detalle para conseguir un buen resultado final, el período de trabajo suele alcanzar los ocho meses. Es cierto que calcular este tiempo (que suele ser la pregunta del millón de los clientes) depende de muchos factores, como el tamaño de la vivienda, la complejidad de los diseños o el tipo de instalaciones, por ejemplo, pero hay que asumir que es probable que haya complicaciones y que tu casa esté lista más tarde de lo que te gustaría.



3) No dejes nada al azar

Una remodelación es como un buen engranaje donde todo tiene que estar muy bien coordinado porque cualquier problema o inconveniente que ocurra, retrasa el siguiente trabajo. En este sentido, la clave durante todas las fases está en una buena planificación y no dejar nada al azar, recomiendan desde el estudio, que insiste en la importancia de comunicarse entre todos los miembros del equipo.



4) Confía en el profesional

Para entender mejor cómo funciona el proceso de una obra de remodelación, hay que diferenciar entre los diseñadores de interiores del estudio y los profesionales y gremios que participan. En la fase del ‘durante’, el arquitecto reconoce que hay que estar muy encima de los profesionales que trabajan en la obra y explicarles bien cada detalle, sobre todo cuando lleva bastante complejidad. Recuerda, que hasta que no está todo perfecto, no se entrega la vivienda.




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