El muérdago, la excusa perfecta para besarse… ¿o no? Esta planta es considerada un gran ícono de la decoración navideña, pues durante años se ha creído que posee una magia especial y poderes sobrenaturales, incluso, en la antigüedad se utilizaba para ahuyentar a los seres malignos y hasta para resucitar a las personas fallecidas. En Navidad, es un importante elemento de paz y el amor, y se ha adoptado la creencia de que si recibes un beso bajo éste, el amor estará tocando a tu puerta de inmediato.

El pino, la flor de nochebuena y las esferas son elementos que sí o sí están en las decoraciones de Navidad; sin embargo, hay otra planta que también es muy importante en esta época del año: El muérdago. Esta atractiva plantita muestra toda su hermosura durante el solsticio de invierno, temporada en la que, a diferencia de otros árboles, empieza la madurez de sus frutos que poseen colores rojos, verdes y amarillo, por ello, fue integrada como un elemento importante en la decoración navideña.
Por muchos años se ha asegurado que el muérdago es un gran portador de amor, pues se dice que si una mujer recibe un beso debajo de él durante la Nochebuena, podrá encontrar el amor verdadero, en caso de que lo esté buscando. Asimismo, se dice que cuando una pareja pasa por debajo de un muérdago, deberá besarse si quiere que la buena suerte los resguarde.
Según la mitología nórdica
Esta romántica tradición proviene de una leyenda de los antiguos ritos paganos nórdicos y vikingos. Y es que los druidas, figuras con autoridad en los pueblos antiguos, consideraban al muérdago como una planta importante con misteriosos poderes ya que, se creía, no era del cielo ni de la tierra debido a que crece sobre el tronco y ramas de los árboles. Cuando se recolectaba, los druidas cortaban la planta con una hoz y elaboraban un ritual religioso, pues creían fielmente que el muérdago era una representación de la diosa Frigg, esposa de Odín, diosa del amor que protege a los enamorados. De ahí la relación con los besos.
Según la leyenda, los hijos de Frigg se llamaban Baldr y Loki; Baldr brillaba con luz propia y era amado por todos, mientras que Loki era envidioso del éxito y el amor que rodeaba a su hermano. Frigg, para proteger a su hijo de la envidia y celos de su hermano, invitó plantas, hombres, animales y otros elementos a realizar un juramento universal de que nadie tenía permitido lastimar a Baldr. Loki, invadido por el odio que sentía hacia su hermano, no se quedó con los brazos cruzados y buscó la manera de deshacerse de Balrd. Descubrió que el muérdago no fue parte del juramento de su madre, así que creó un dardo afilado entrelazando la planta, se acercó al círculo de dioses y entregó el dardo y un arco al dios ciego del invierno, quien había sido excluido por su discapacidad. Loki lo convenció de que él también podría ser parte del juramento si lanzaba la flecha. Y eso hizo, disparó y Balrd murió.
Frigg lloró días enteros sobre el cuerpo de su hijo fallecido y sus lágrimas se transformaron en bayas blancas del muérdago, fue así que Baldr regresó a la vida. Por esa razón, la diosa del amor, feliz de tener a su hijo de vuelta, agradecía con un beso a todos los que pasaban por debajo del árbol que sostenía al muérdago. Desde entonces, surgió la leyenda de que besarse bajo el muérdago otorga protección eterna y una representación de que el amor y la vida pueden vencer a la muerte.
Años más tarde, con la llegada del cristianismo, el muérdago se hizo símbolo de la Navidad y se asocia con la suerte, el amor, la vida y los buenos deseos, sobre todo en las relaciones de pareja, ya que si se besan bajo esta planta, se les otorgará los regalos ya mencionados.
El muérdago y su relación con los griegos
Por otro lado, se dice que los griegos fueron los primeros en utilizar el muérdago en ceremonias nupciales pues era símbolo de fertilidad por su capacidad de reproducirse y crecer en las ramas de otros árboles. en esta cultura se creía que el muérdago, al cual consideraban el «alma» del roble, tenía poderes para aumentar la fertilidad, además de ser antídoto contra venenos y usarse como poción de amor. Conocida como planta parásita, el muérdago crece unido a los árboles, especialmente al roble, ya que no tiene raíces propias. Su nombre en griego significa «ladrón», en referencia a su naturaleza sin raíz.
Asimismo, Los griegos también creían que el muérdago era una planta de paz. Una planta que podía ayudar a reconciliarse cuando familiares, amigos o parejas se enfrentaban. De esta manera, establecieron que, cuando hicieran las paces, se darían un beso para olvidar los problemas que habían tenido. Y esto lo harían bajo el muérdago.
El muérdago y la Navidad
La tradición del beso bajo el muérdago ha perdurado durante siglos enteros, sin embargo, con el paso del tiempo empezó a utilizarse únicamente en Navidad, pues se considera que es una celebración mundial, una noche mágica y una fiesta internacional. El muérdago debe ser integrado en la decoración navideña de los hogares, éste debe ser colocado en un sitio alto, de preferencia sobre el quicio de una puerta. Durante Nochebuena, como ya mencionamos, si es una mujer la que recibe el beso entonces encontrará el amor; si ya lo tiene, éste se afianzará mucho más, y si es una pareja la que se besa, se le concederá suerte, incluso un embarazo si es lo que desean.
La tradición moderna como la conocemos hoy en día comenzó a moldearse en la Inglaterra, concretamente en el siglo XVIII, fue entonces cuando los ingleses adquirieron una nueva costumbre para los días de Navidad, basada en las creencias griegas anteriormente explicadas. En este caso tenía un significado mágico, dice la tradición que el ritual comenzaba cuando una chica joven se colocaba debajo de una rama de muérdago, ésta era adornado con bonitos lazos. La chica que se colocara bajo el muérdago no podía rechazar ningún beso. El beso recibido tendría como significado un romance profundo y si no era así, se convertiría en una amistad inquebrantable. Si la chica no recibía ningún beso sería una señal de que éste tardaría un poco en llegar aunque aseguraba la tradición, que ésta se casaría al año siguiente. Cuando los chicos las besaran, debían arrancar un fruto de la rama. De esta manera, los besos se acababan cuando los frutos también lo hacían.
Si crees en el poder de las plantas y las leyendas que las han acompañado durante siglos, no te olvides de integrar el muérdago en tu decoración navideña, será el especial elemento que invadirá tu hogar de paz y, sobre todo, de mucho amor.